El coaching persigue, a través de sus sesiones de trabajo, que muchas personas logren sus objetivos y cambien su estilo de vida, ya sea en el ámbito personal o laboral. El coaching es una manera diferente de definir metas, lograr los objetivos marcados y generar cambios o acciones, proporcionando las herramientas necesarias para ello.
Normalmente, no basta con una sola sesión de coaching para generar estos cambios o conseguir ver las cosas desde otra perspectiva. Es el coach profesional quien precisa cuantas sesiones de coaching van a ser necesarias para cada cliente. Al tratarse en general de sesiones particulares, es muy importante elegir bien el espacio en el cual se realizan, pero a veces a este detalle no se tiene en cuenta lo suficiente, lo que puede generar que no se extraiga el máximo rendimiento en cada sesión.
Porqué es tan importante el espacio para el coaching
Como en cualquier trato donde se quiera generar un clima de confianza, recordemos la importancia que tiene para un cliente estar en un ambiente sereno y que le transmita buenas sensaciones. Ello genera de manera inmediata una actitud más receptiva y relajada en cada sesión a la que asista.
En segundo lugar, dichos ambientes deben estar libres de distracciones tanto visuales como auditivas, para que toda la atención del cliente esté centrada en la dinámica que estará realizando con su coach personal.
Algunos coaches cometen el error, sin ser conscientes de ello, de preparar sus sesiones con clientes en sitios públicos como: cafeterías, terrazas, plazas, el lobby de un hotel, playas, parques, etc. Son lugares ideales para despejar la mente, pero no son un buen sitio para llevar a cabo las sesiones de coaching porque estos lugares suelen estar compartidos con mucha más gente, lo que a su vez se transforma en multitud de distracciones visuales y auditivas que pueden desconcentrar tanto a coach como a cliente.
Muchos profesionales en el área del coaching, a través de su larga experiencia, aconsejan que el espacio del que se disponga para las sesiones sea un lugar sin mucho ruido, tranquilo, con colores neutros que ayuden a transmitir paz. Un espacio ordenado que no esté abarrotado con demasiados elementos innecesarios que distraigan al cliente y que solo disponga de los elementos que realmente necesita el coach para trabajar con su cliente. Simplicidad es sinónimo de concentración.
La luminosidad del espacio, la limpieza, la climatización y, aunque no se tenga en cuenta siempre, sobre todo el aroma. Se ha comprobado que la aromaterapia ayuda mucho a mejorar el ánimo en las sesiones de coaching porque ayuda a relajar el ambiente.
Si añadimos a todos estos detalles que sea un espacio céntrico en la ciudad donde los clientes puedan llegar fácilmente andando o en transporte público o privado, en Comfort Business Barcelona encontrareis el lugar perfecto para vuestras sesiones de coaching en Barcelona.
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