Un año más, en estas fechas se concentran las típicas cenas de Navidad de empresa.
Tras dos años de “sequía” por culpa de la crisis del covid, parece que las cenas de Navidad, vuelven a ponerse en práctica en la mayoría de las empresas españolas. Y la tendencia es, cada vez más, celebrarlas antes de comenzar el mes de diciembre, para encontrar fácilmente un espacio donde celebrarlo, y evitar el aumento de precios que conlleva dejarlo para última hora.
Las perspectivas para este año son optimistas, ya que en Barcelona las reservas de grupo para estas fechas crecen hasta un 35%.
Sin embargo, este espíritu navideño de paz y armonía de las cenas de Navidad se pone en duda cuando casi el 60% de los encuestados preferirían algún tipo de complemento salarial a la cena con compañeros de trabajo. Es en este aspecto cuando la figura del buen jefe resulta imprescindible para implicar y transmitir a sus empleados valores tales como la importancia del compañerismo, la igualdad, la transparencia y el corporativismo, todo ello muy beneficioso para el bienestar de los empleados.
De cara al negocio, y bien gestionada, la cena de Navidad contribuye a fortalecer el tan apreciado sentimiento de fidelidad a la compañía, siendo din duda una buena inversión para la empresa.