Puede ser que únicamente no seas feliz en tu actual puesto de trabajo, o puede que sólo necesites un cambio en tu vida. Pero si sabes que lo que te gustaría hacer es dedicarte a esa pasión que tienes y, vivir de ello; aquí te mencionamos ciertos aspectos para que te des cuenta que quizás, ya estás más que preparado:
- Se nace o se hace. De bien seguro que te hiciste alguna vez esta pregunta: ¿un emprendedor nace o se hace? Sin prestarle demasiada importancia a cual es tu pensamiento al respecto, estamos seguros que te diste cuenta que tú ya posees ciertos rasgos del típico emprendedor, pues la bombilla de tu idea ya se encendió.
- Siempre pensando. El clásico aspecto de todo emprendedor es que nunca dejan de pensar, siempre están meditando. Si muestras esta característica, tal vez llegó la hora de llevar a la práctica dichos pensamientos.
- Cansado de tu trabajo. Si todas las mañanas odias levantarte para ir a realizar aquello que más que un trabajo te resulta un martirio, tal vez es que no te sientes completo. Un aumento de suelto, un ascenso o incluso otro trabajo, puede que te alivie el problema, pero sólo te serviría para alargar la agonía, dado que el problema todavía persistiría.
- Probar que se puede hacer. Todos te dicen que no, que no se puede hacer, que es una locura… Pero a pesar de ello tú sientes que todos esos pesimistas no están en lo correcto y, además tras esta experiencia la idea te motiva todavía más.
- Ser el jefe. No sabes si lo que no te gusta es que te ordenen, o que seas un obsesivo del control; lo que sí tienes claro es que te diste cuenta que quieres ser el jefe.
- Horas extras. Últimamente te has puesto a pensar que trabajas habitualmente más allá de tu horario laboral, y que tus jefes no te pagan ni recompensan las horas extras, entonces: ¿Por qué no hacerlo para tu propia empresa y en algo que te entusiasme?
- Bien lejos la monotonía. ¿Estás aburrido de realizar siempre ese mismo trabajo que te tiene más que harto? Además, ¿te atrae la incertidumbre? Pues, ser emprendedor puede ser tu mejor aliado.
- Tu propio equipo. Puede ser que siempre soñaras con formar parte de un grupo de trabajo donde todos tengáis la misma visión y objetivos, algo muy distinto a lo que ocurre en la empresa donde trabajas.
- Nuevos retos. Tras años de estudio te das cuenta que estás estancado, pues no ganas lo que querías ganar, ni estás ocupando el puesto que querías ocupar y tampoco haces lo que querías hacer. El cuerpo te pide nuevas experiencias y retos. Entonces, ¿qué mejor manera de satisfacer ese deseo con retarte a ti mismo a crear tu propia empresa? Un emprendedor ama los retos, y puede que ese sea tu caso.
- Un mercado no cubierto. Si te diste cuenta que existe una demanda en un mercado que no está cubriendo estas necesidades, entonces quizás seas tú el que pueda llenar ese espacio y cubrirlas. Si esto fuera así, no hay mejor excusa para empezar con tu negocio.
Finalmente, recuerda que el miedo es una sensación muy singular. Su función es protegernos de todo aquello que puede hacernos daño, de los peligros de la vida; pero nunca olvides que también es una buena arma para matar sueños. No permitas que el miedo destruya tus sueños, utiliza tu pasión para contrarrestarlo, pues sin duda es la mejor herramienta para crear tu negocio.
Por ello nuestro business center situado en el Eixample de Barcelona ofrece domiciliaciones sociales a medida para todos aquellos emprendedores que están empezando o, simplemente quieran dotar a su negocio de una mejor imagen de marca y profesionalidad.